About Salvador Pozo

Born in Madrid, Spain in 1968, Salvador Pozo moved to the Netherlands in 1996, building his career as a professional international fashion photographer.

His name represents a passion for perfection. Stylish, charming, feminine, dramatic describe his work, both in the commercial and editorial arenas.

Specialities: Bridal & evening fashion, jewelry & watches, make-up and beauty, editorial & commercial. Studio or location photography for major and minor

Dutch & international brands and labels. Publications in the European Community, Australia, North-America, South-America and South-Africa.

For information on bookings, rates and possibilities please send an email to info@salvadorpozo.com

vrijdag 12 juni 2009

Interview Mujeres Magazine June 2009

SALVADOR POZO, RECONOCIDO FOTÓGRAFO ESPAÑOL ESPECIALIZADO EN FOTOGRAFÍA DE MODAS, CUENTA SUS SECRETOS.
Palabra de Experto
Por Claudio Martínez

Nunca se planteó ser fotógrafo profesional, ni mucho menos retratar a supermodelos en los lugares más exóticos del planeta. Eso, que sería la envidia de muchos, jamás entró en la imagi- nación de Salvador Pozo. Nacido en Madrid hace cuatro décadas, con espíritu inquieto y corazón viajero, empezó en el mundo de la moda desde el otro lado de la cámara.
“Vivía en Puerto Rico y me ganaba la vida como modelo”, reconoce este hombre que hoy reside en la impronunciable Ridderkerk, Holanda, un país del que se enamoró desde el primer día en que puso un pie porque “respe- tan a las personas y les dejan ser uno mismo, nadie te juzga”.
Llegó de vacaciones en 1995 y allí se quedó. “Aquí un coche se para a descargar algo en el medio de la calle y nadie dice nada. La gente que está atrás espera hasta que termine de hacerlo sin sobresaltarse. En Madrid, en cambio, en la misma situación todos comenzarían a gritarle y a tocar bocinas”.
Lo de la fotografía empezó siendo un pasa- tiempo que de a poco se fue convirtiendo en una profesión. “Al principio le tomaba a gente ami- ga y sólo me pagaban por el material, que en aquel entonces era muy caro”, explica. Luego esos amigos se lo recomendaron a otros amigos, y nun- ca más dejó de trabajar. “Empecé a tener clien- tes en Amsterdam y luego hice una campaña publicitaria de zapatos. Por lo que tuve que pro- fesionalizarme a la fuerza, ya era un trabajo en serio. Así me di a conocer y me comenzaron a llamar para hacer más cosas”, confiesa.



APRENDIÓ DE SÍ MISMO
Salvador se define como un autodidacta, de esas personas que no necesitan demasiada formación para desarrollarse. Cuando tenía 18 años se ins- cribió en un curso de fotografía en Madrid, pero nunca lo terminó. “Decidí abandonarlo porque me aburría mucho. En las clases había mucho de teoría, me enseñaban muchos números, pero poco de práctica”, asegura.
Además de las técnicas, que las fue aprendien- do con el tiempo a base de prueba y error, un aspecto fundamental en una sesión fotográfica de modas es la relación del fotógrafo con la mode- lo: “Yo las trato con educación y respeto, pero una vez que entran al estudio está claro que esta- mos trabajando. No importa si es una modelo de 15 o de 35 años, yo les exijo igual, porque son pro- fesionales. Eso sí, sin olvidarse de que estoy tra- tando con personas”.
La elección de la modelo también es clave. No basta con un rostro bonito. Según Pozo, tiene que ser alguien con mucha personalidad y versatili- dad. “De repente tenes que ser sexy, otra veces ingenua, robótica o punk. Tiene que saber jugar con la cámara”, agrega.
Otro aspecto fundamental es para qué tipo de fotos se las requiere. “Si estamos haciendo una producción de una rock star se necesita alguien con presencia fuerte y muy sexy. Por el contra- rio, si se trata de una sesión de novia se busca un rostro más dulce, más romántico”, aclara.
Si algo tiene claro Salvador Pozo es que las que se dicen top models y son famosas no nece- sariamente son las mejores a la hora de posar ante la cámara: “Famosas hay muchas, pero modelos buenas, esas que son perfectas, que son camaleónicas, no hay tantas”.
Para él, Giselle Bundchen o Alessandra Ambrosio —por nombrar a dos de las más coti- zadas del mercado— son demasiado guapas. “Son muy sensuales, eso sirve para todo el glamour que representan, y es bueno para un desfile de lence- ría, pero no para un editorial de moda”, insiste.



LAS CAMALEÓNICAS
Entre sus preferidas están Isabel Fontana, Raquel Zimmerman y Natasha Poly. “Son tan bue- nas modelos que tranquilamente podrían ser actrices. Sin embargo, hay que decir que no todas las actrices pueden hacer de modelos”, reflexio- na Salvador, quien al cabo de 14 años en Holan- da ha aprendido a hablar el idioma local con un nivel cercano a la perfección.
Además de la magia del estudio, a Salvador Pozo le gusta trabajar en exteriores. “Hemos hecho cosas en una fábrica abandonada, por ejemplo, y otros lugares no tradicionales”, dice sobre las locaciones.
Sin embargo, una de sus sesiones preferidas fue cuando hace unos meses viajó junto a su equipo (ver recuadro) a Malta para hacer una producción de modas en la costa mediterránea: “El sitio era perfecto. El color miel de la tierra, la combinación de los azules del cielo y del mar, más lo exótico de la modelo contribuyeron a que las fotos sean impresionantes”. Una de esas fotos tomadas en Malta por Salvador ilustró la portada de la revista Mujeres del mes de diciem- bre de 2008, edición en cuyo interior pueden verse unas 14 páginas con todo el reportaje en ese país europeo.
Esta es, básicamente, la historia del modelo que se transformó en fotógrafo profesional. Del otro lado de la cámara todo se ve distinto. Para Salvador Pozo, además, se ve mejor.